¿HA RECIBIDO AL SEÑOR?
Había una mujer joven que estaba muy enferma. Ella era creyente, y un día, perdió la conciencia. Estando inconsciente, soñó que estaba muerta y estaba delante del ángel Gabriel en la puerta del reino de los cielos, y él buscaba su nombre en el libro de la vida. Pronto, el ángel puso una cara muy triste, la miro y dijo: “Mujer, no se encuentra registrado tu nombre en el libro de la vida”. “¿Cómo? ¿Qué mi nombre está allí? ¡¿Cómo es esto posible?! ¡Fíjese otra vez, por favor!”
El ángel busco exhaustivamente pero levantando la vista le dijo: “Aquí no está escrito tu nombre”. “¿Por qué? Si yo he hecho ¡tantas, tantas cosas! ¿Qué no está mi nombre?”. Cuando ella se sentó y se puso a llorar, el ángel Gabriel le dijo en tono suave: “Mujer, si tu nombre no está aquí no es por lo que tú ‘hiciste’, si no por lo que tú ‘no hiciste’. Tu menospreciaste la maravillosa salvación en Jesús”.
Cuando ella despertó, todavía tenía la enfermedad, pero se levanto con mucho esfuerzo y se postro sobre sus rodillas junto a la cama. Y por primera vez en su vida, abrió la puerta de su corazón y recibió a Jesucristo como su salvador. Si usted ha rechazado recibir a Jesucristo como su salvador, no hay esperanza para usted. Porque Dios no tiene otro plan de salvación más que este.
[The salvation of God (La salvación de Dios)] / Oswald Smith
APLICANDO LAS MACROREGLAS.
A CONTINUACION LAS PALABRAS SUPRIMIDAS TACHADAS EN COLOR VERDE
¿HA RECIBIDO AL SEÑOR?
Había una mujer joven que estaba muy enferma. Ella era creyente, y un día, perdió la conciencia. Estando inconsciente, soñó que estaba muerta y delante del ángel Gabriel en la puerta del reino de los cielos, y él buscaba su nombre en el libro de la vida. Pronto, el ángel puso una cara muy triste, la miro y dijo: “Mujer, no se encuentra registrado tu nombre en el libro de la vida”. “¿Cómo? ¿Qué mi nombre está allí? ¡¿Cómo es esto posible?! ¡Fíjese otra vez, por favor!”
El ángel busco exhaustivamente pero levantando la vista le dijo: “Aquí no está escrito tu nombre”. “¿Por qué? Si yo he hecho ¡tantas, tantas cosas! ¿Qué no está mi nombre?”. Cuando ella se sentó y se puso a llorar, el ángel Gabriel le dijo en tono suave: “Mujer, si tu nombre no está aquí no es por lo que tú ‘hiciste’, si no por lo que tú ‘no hiciste’. Tu menospreciaste la maravillosa salvación en Jesús”.
Cuando ella despertó, todavía tenía la enfermedad, pero se levanto con mucho esfuerzo y se postro sobre sus rodillas junto a la cama. Y por primera vez en su vida, abrió la puerta de su corazón y recibió a Jesucristo como su salvador. Si usted ha rechazado recibir a Jesucristo como su salvador, no hay esperanza para usted. Porque Dios no tiene otro plan de salvación más que este.
A CONTINUACION LAS PALABRAS REPETIDAS EN COLOR NARANJA
¿HA RECIBIDO AL SEÑOR?
Había una mujer joven que estaba muy enferma. Ella era creyente, y un día, perdió la conciencia. Estando inconsciente, soñó que estaba muerta y delante del ángel Gabriel en la puerta del reino de los cielos, y él buscaba su nombre en el libro de la vida. Pronto, el ángel puso una cara muy triste, la miro y dijo: “Mujer, no se encuentra registrado tu nombre en el libro de la vida”. “¿Cómo? ¿Qué mi nombre está allí? ¡¿Cómo es esto posible?! ¡Fíjese otra vez, por favor!”
El ángel busco exhaustivamente pero levantando la vista le dijo: “Aquí no está escrito tu nombre”. “¿Por qué? Si yo he hecho ¡tantas, tantas cosas! ¿Qué no está mi nombre?”. Cuando ella se sentó y se puso a llorar, el ángel Gabriel le dijo en tono suave: “Mujer, si tu nombre no está aquí no es por lo que tú ‘hiciste’, si no por lo que tú ‘no hiciste’. Tu menospreciaste la maravillosa salvación en Jesús”.
PALABRAS SUPRMIDAS: 29 PALABRAS.
PALABRAS REPETIDAS: 12 PALABRAS.
TOTAL DE PALABRAS EN TODO EL TEXTO: 227
TOTAL DE PALABRAS SIN LAS SUPRIMIDAS NI LAS REPETIDAS: 186
NUEVO TEXTO SIN LAS PALABRAS SUPRIMIDAS
¿HA RECIBIDO AL SEÑOR?
Había una mujer que estaba muy enferma, era creyente, y un día, perdió la conciencia. Soñó que estaba muerta y delante del ángel Gabriel, y él buscaba su nombre en el libro de la vida. Pronto, puso una cara muy triste, la miro y dijo: “Mujer, no se encuentra registrado tu nombre”. “¿Cómo? ¿Qué mi nombre está allí? ¡¿Cómo es esto posible?! ¡Fíjese otra vez, por favor!”
El ángel busco exhaustivamente pero le dijo: “Aquí no está escrito tu nombre”. “¿Por qué? Si yo he hecho ¡tantas cosas! ¿Qué no está mi nombre?”. Ella se sentó y se puso a llorar, el ángel le dijo en tono suave: “Mujer, si tu nombre no está aquí no es por lo que tú ‘hiciste’, si no por lo que tú ‘no hiciste’. Tu menospreciaste la maravillosa salvación en Jesús”.
Cuando ella despertó, todavía tenía la enfermedad, pero se levanto y se postro sobre sus rodillas junto a la cama. Y por primera vez en su vida, abrió la puerta de su corazón y recibió a Jesucristo como su salvador. Si usted ha rechazado recibir a Jesucristo como su salvador, no hay esperanza para usted. Porque Dios no tiene otro plan de salvación más que este.
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